Intermediamos entre propietario e inquilino desde antes de que exista esta relación jurídica, encargándonos de optimizar la ocupación del inmueble. En este sentido, se hace una gestión razonable de oferta de la finca y búsqueda del arrendatario más adecuado, concertando las condiciones que posteriormente se reflejarán en el correspondiente contrato. Si no recibimos instrucciones expresas, valoramos el precio de arriendo, teniendo en cuenta una serie de circunstancias tales como situación de la finca, antigüedad, estado de conservación, etc..